Un invento japones para que no resbalen los caballos

Es entendido y conocido que los japoneses son un pueblo muy ingenioso, y podemos verlo una vez mas por su ingenioso invento.

Todos nuestros lectores y especialmente aquellos que osean caballos ó mula sabrán con cuánta frecuencia se caen en la calle estos animales en invierno. La escarcha, el hielo, un poco de nieve o un chaparrón basta para hacer muchos accidentes sobre todo en Madrid y las demás capitales en que hay pavimentos de asfalto.

De aquí pueden resultar consecuencias graves para los mismos caballos, cuando y es indudable que los conductores verán con gusto, cualquier remedio contra tales accidentes.

Los japoneses poseen este remedio desde hace siglos. En el Japón también neva, hiela y llueve, por lo cual también se ponen las calles resbaladizas; sin embargo allí no se resbala ni un solo caballo, y es porque cocheros, labradores y arrieros ponen a sus caballerías, cuando el terreno no es bastante seguro, una especie de sandalias o alpargatas que impiden los resbalones. Como se ve en una suela circular provista de los tirantes en la parte anterior y de una presilla detrás, con lo que puede sujetarse firmemente al casco. En el Japón se hace de paja de arroz, y usándolo todos los días dura de dos a tres meses. El juego de cuatro, para las cuatro patas, cuesta unas a dos pesetas.

Muchos antiguos dibujos japoneses ya representan caballos calzados de esta manera, y el hecho de que aún se siga usando el mismo sistema es la mejor prueba de sus ventajas.

¿No podría hacerse en nuestro país algo semejante? Aún suponiendo que por el mucho uso, un caballo gasta unas alpargatas nuevas cada mes, ¿No es preferible gastar seis u ocho pesetas en todo el invierno, á correr el riesgo de que que el pobre caballo se rompa una pata y haya que darle una puntilla?

Ya que en muchas partes de España, vemos a los caballos con sombrero de paja en verano, nadie habría de extrañarse al verlos con alpargatas en invierno.

Publicado el 26 de enero de 1905