Es probable que ninguna nación del mundo tenga una línea férrea de vía estrecha tan curiosa y tan útil como la que posee Alemania. Su curiosidad principal es la que sus trenes no necesitan maquinistas ni fogoneros.
Emplean se para transportar sal de las minas de Stassfurt. Cada tren se compone de treinta vagonetas grandes cargadas con media tonelada de sal cada una . Las maquinas son eléctricas, de veinticuatro caballos de fuerza. Cuando uno de estos trenes se acerca á cualquiera de las cinco estaciones que hay en la línea, toca estomáticamente una campana, y el jefe de la estación, cambia la aguja y le hace entrar en un apartadero donde puede detenerlo en cualquier momento. Para ponerlo en marcha de nuevo, tiene que subirse á la locomotora y establecer corriente, apeándose antes de que la maquina adquiera velocidad.
alrededor del mundo 5 enero 1905
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