Casi todos los europeos creíamos que el suicidio voluntario de los japoneses que para ellos constituye una verdadera ceremonia, denominada hara-kiri por el pueblo y seppuku por los nipones distinguidos, era un acto brutal y horrible. En muchos grabados que con motivo de la guerra se nos han presentado, veíase al japones abriéndose el cuerpo en canal y con los intestinos al aire en actitud de arrojárselos al enemigo, cosa á todas luces imposibles en circunstancias ordinarias.
Un japonés. el barón Suyematsu, acaba de públicar un interesante artículo destruyendo tan falsa creencia, aunque no por eso pierda el hara-kiri us cualidades salvajes.
El hara-kiu consiste en simular que el suicida se abre el cuerpo de arriba abajo, pero en realidad el rasguño mo pasa de la epidermis. La muerte se la da clavandose el cuchillo en la gargannta con su propia mano ó por medio del kai-shaku-nin ò un ayuante, que concluye de decapitar á su amo.
El hara-kiri no consiste, pues, en abrirse el vientre, sino en degollarse.
5/01/1905 pag.13
Salto Arapena o Yuruani
Hace 11 años.
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